“La gente empieza a considerar el trabajo como simplemente un trabajo y esa es una buena señal”.
Antes de la década de 1970, la pasión no era una prioridad para quienes buscaban trabajo, aseveró Cech, autora de The Trouble With Passion: How Searching for Fulfillment at Work Fosters Inequality.
Lo importante era tener un sueldo decente, horarios y seguridad laboral y, si había satisfacción, llegaba más tarde, a medida que adquirías más destreza en el trabajo.
Eso empezó a cambiar en la década de 1970, con la creciente inestabilidad laboral de los profesionales y un énfasis cultural cada vez mayor en la autoexpresión y la autosatisfacción, un cambio plasmado en el muy popular libro de 1970 ¿De qué color es tu paracaídas?
En particular, preocuparte por si el trabajo te va a satisfacer aplica sobre todo al privilegiado mundo de los oficinistas.